miércoles, 24 de diciembre de 2008

THE PUNISHER



Cuando la ví por primera vez en el VHS de mi vecino, fue una de esas pelis de acción desmedida que nos hacía vibrar ante un héroe implacable que “No comía de nada” (Expresión local que quiere decir no importarle nada, nada lo detiene), pero fueron pasando los años y a medida que nuestra sensibilidad va creciendo, nuestros sentido cinéfilo empieza a descartar, toda esa clase de propuestas que sirven para gentes que no van al teatro a pensar sino a divertirse un rato con explosiones y efectos especiales, y que nuestro sombrío pseudointelectualismo ya empieza a tildar como infantiles.

Sin embargo ya habiendo conocido a Kubrik, Fellini, Stone, Hitchcock, a James Dean, Clark Gable, Humprey Bogart, Clint Eastwood, Al Pacino, hasta Woody Allen, por no mecionar más nombres de directores, actores y películas memorables que no sólo se destacaron por su éxito en el box office sino también porque supieron perdurar como legado artístico a través de generaciones y haber adoptado a estos referentes como protagonistas del tipo de cine que a mí me gusta. No obstante la primera PUNISHER, siguió ahí como una de mis cintas predilectas.

Cuando hablamos de THE PUNISHER (1989), no hablamos básicamente de un clásico del cine, ni tampoco como un film memorable, no obstante, tampoco nos encontramos del todo con una historia relativamente “Hueca”, que fue el común denominador en muchas cintas de acción ochenteras. La historia, tiene un texto coherente en donde se enfrentan dos mafias, y allí aparece The Punisher, como un vigilante, dispuesto a sabotear los planes de ambas mafias y dándoles a entender que mientras “El Castigador” exista las fuerzas criminales no hallarán para nada un camino glorioso.

Cuando salió una nueva versión, con un texto diferente en 2004, nos encontramos un personaje diferente, más humanizado ya que la historia, que narra los orígenes de este personaje nacido de los comic books de superhéroes (MARVEL), permite que las acciones (Vengativas) que efectúa dicho personaje, de algún modo se vean “Justificadas” gracias a los brutalmente trágicos eventos que le procedieron antes de convertirse en un vigilante-asesino, encargado de destruir brutalmente a todo criminal perverso.

El Punisher de 2004, protagonizado por Thomas Jane (Quien le da al personaje un aspecto más meláncólico y dramático) y dirigido por Jonathan Hensleight, nos muestra una de las tantas historias de venganza, que alguna vez protagonizaran Charles Bronson, o actualmente Liam Neeson (Taken) pero también con ese aire de western urbano, que empezó a notarse en filmes como El Mariachi, y llevados a su más sofisticada expresión por Quentin Tarantino y protagonizados por Antonio Banderas.

Quizá muchos jovencitos de hoy día que tengan a Punisher 2004 como una de sus cintas predilectas, mirarán con desdén aquella versión que se hizo de este “atihéroe” en 1989 protagonizada por Dolph Lundgren, quizá por su aire ochentoso que a estas alturas de la época ya empieza a verse pintoresca dicha estética, o porque quizá no se vea tan moderna como la de 2004, o quizá por que este no llevaba la imagen de la calavera en su franela negra, o quizá por la poca formación teatral del actor sueco que se hizo famoso al interpretar a la maquina de combate soviética Iván Drago en Rocky IV y que en dicha ocasión fue apto para encarnar al ex agente encubierto Frank Castle, que tras ver como asesinada a su esposa e hijas (En Punisher 2004 era un solo hijo) decide convertirse en un vigilante psicótico obsesionado con destruir con sus propias manos a toda fuerza criminal que irrumpa en la ciudad. Pues bien, así digan que Jane interpretó de manera más “profesional” a Castle, el estilo lacónico e inexpresivo de Lundgren, le daban al personaje ese “algo” que lo hace superior al Punisher 2004, pues le hacen ver más enfermo, frío, cualidades dignas de un asesino a temer incluso hasta por los más malvados.
En Punsher 1989, dirigido por Mark Goldblat, nos muestra un personaje con un largo recorrido en su cruzada contra el mal, como una especie de monje encomendado a su misión de exterminar al mal. Es cierto que en esta versión también se nos hace entender que fue la venganza quien transformó a Castle, pero dentro de la trama de la historia, Castle no busca una venganza personal, ya que su concepto de venganza ya no radica en destruir a aquel quien le hizo mal, sino exterminar al mal en general.

4 comentarios:

Esteban dL dijo...

Aunque a mi no me guste el cine, debo reconocer que al leer este post... me gustó la película...

Redacción ArtBook dijo...

Ay si. A mi me gustó la vieja. Y eso que no la recuerdo bien.

¡Saludos!

E.M. Acosta Bolívar dijo...

feliz cumpleañoooooooossssssss!!!!

se me atraso y eso que estaba pendiente que tu cumples en el dia del 'amor y la amistad' jajajajajaj

pero si me acordeeeee

espero que la hayas pasado super chevere en tu cumple ;)

te estas poniendo viejitoooo!!!

un abrazo!

Anónimo dijo...

2013 Hermes HandbagsReplica Hermes decy Birkin HandbagsBirkin Bags2013 Hermes Handbags svig