Él aunque no cree mucho, conserva la esperanza, pero no lo deja, pues salir con chicas le ha resultado algo monótono. Y es verdad, ya que a pesar de sus fallidas conquistas chicas no le han faltado.
Ellas se le acercan más por descubrir algo especial, un amigo fuera de lo normal dentro de ese enigma disfrazado de hombre, mientras que él, en medio de sus complejos cree que todas lo han hecho por compasión, pues no hay persona que más odie pero a la vez compadezca que a sí mismo, sin embargo una a una fue apartándose cada vez que él les habló de amor.
Sin embargo él trata de hayar la forma el método, y quizá el proceso quirúrjico que conlleve la extirpación de aquella glándula, vísera o lo que sea que active las ansias de amar y ser amado. Así evitaría aislar su mente y sus esfuerzos de las actividades del mundo real, donde quisiera apostarle a ser un portentoso indivíduo, que sólo su ego llene su vacío espiritual.
Pero él no nació para ello, es demasiado débil, y sus sentimientos demasiado grandes.
Ahora ya tiene otra en frente, una que alguna vez fue idealizada, mitificada, que por azares del destino resultó a su lado.
Como toda mujer linda, dueño de su corazón no le debe faltar, y aunque su nuevo amigo no esté para creerlo, ella empieza a querer cada vez más a aquel enigma, que al descifrarse, sólo revela un niño, que aun no sabe que es lo que necesita para autodenominarse "hombre," pues sentimientos más puros ella no hallará en ninguna otra persona y ella sabe que él la ama de verdad y aunque no conozca las dimensiones de ese amor, tratará de explorarlas.
Una cita más, sólo diversión, sonrisas, bromas, tímidas miradas.... un rato que se disfruta sólo cuando es presente, pues cuando evoluciona a pasado, ese entusiasmo, ese cariño, ese placer cohibido drásticamente por "Doña Prudencia," se convierte en el más crudo engaño, ¿un oasis?, no, un espejismo.
Pero como todo niño él sueña, juega a que ella en realidad es su chica y trata de tragarse el cuento, no quiere perderla, cree que no encontrará a nadie mejor que ella y que algún día (lejano o cercano) ella se verá huérfana de amor y sus brazos estarán ahí, listos para cobijarla, mimarla, darle albergue en su corazón y decirle que desde entonces será parte (no sólo de su familia) sino de su mundo.
Tomado del texto "Soledad Asesina" (Texto apócrifo de Disco Stu, supuestamente)
3 comentarios:
joder "El" se parece mucho a mí, te lo aseguro. Supongo que en el fondo se parece a la mayoría de los hombres.
De acuerdo con Gaz, muchos hombres tenemos esos estúpidos problemas, algunos de manera más grave. Todo por no optar por el facilismo y lo superficial, pero que se le hace, con eso no se sería capaz. Estamos de éste lado y se "sufre" por muchas cosas.
Texto brillante, situación casual. qué contraste tan chévere, no obstante a mi me gusta pensar que la prudencia es la sustancia indicada para llenar ese vacío de incertidumbres cuando se trata de colegir lo que -esa otra- piense de uno.
Genio y figura....
grande Stu
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